Tarea para realizar en grupo:
- Presentación del tema. Lluvia de ideas en la pizarra:¿Qué es una ruta cultural?
- Preguntas individuales sobre qué te gusta hacer en una ruta cultural.
- Trabajo en grupo: texto (explotación didáctica) + mapa de España + dispositivo
- Presentación de los resultados al resto de la clase.
- Final del trabajo con una tarea de evaluación a través de un juego.
Trabajo de ampliación. Al final del texto encontrarás la Carta de amor a España en vídeo. Escúchala y escribe otra a tu país.
Este último año nos hemos podido percatar de los tesoros que guarda a buen recaudo nuestro país. La España rural ya ha conquistado a cientos de viajeros, pero cuando se une a la historia y la cultura, se convierte, más que en un viaje, en un cuento. ‘Rutas Culturales de España’ nace de esta manera como un proyecto para adentrarnos en las entrañas de la península, volver al pasado, recorrer escenas históricas y conocer sus tradiciones.
No solo es una puerta abierta al Imperio romano o a la Edad Media, sino una manera de llevar a cabo esas visitas obligatorias que son Patrimonio de la Humanidad. Repartidos entre los diferentes trayectos, se esconden 22 de los 48 sitios españoles incluidos en esta lista. La Cueva de Altamira, el Área arqueológica de Siega Verde en Salamanca o el arte rupestre del Levante español serán algunos de los lugares que encierran estas rutas.
De norte a sur y de este a oeste, los itinerarios van explorando cada uno de los episodios de España y los caminos que siguieron. Se trata de senderos para hacer en familia, con amigos o en soledad, la compañía la elige el viajero. Pero también el transporte, ya que están habilitados para realizar en moto, bicicleta, coche, autocaravana o incluso andando.
¿POR DÓNDE EMPEZAR?
Cinco rutas y doce comunidades autónomas participantes se encargarán de que conozcas palmo a palmo los entresijos del país mediante la temática que desees. Para seguir un orden cronólogico, las Rutas Culturales de España nos trasladan, en primer lugar a la prehistoria mediante las Rutas Rupestres de España, encargadas de dar a conocer el nacimiento del arte.
Estas sendas recorren 13 comunidades siguiendo los pasos del nacimiento de la pintura. Están dispuestas en pequeños itinerarios de entre dos y tres días, organizados en 14 rutas que siguen un motivo temático o regional. Entre los diferentes destinos, los viajeros también acudirán a museos y centros de interpretación en los que el principal objetivo es dar a conocer el arte rupestre de la Prehistoria.
Los itinerario cantábricos de las cuevas del país de Altamira, la ruta de los Petroglifos de las Terras de Pontevedra, las rutas rupestres de Castilla y León, la ruta de los Abrigos Rupestres de La Mancha o la Extremadura prehistórica serán algunos de los trayectos que con los que se podrá visitar el primer arte de la Humanidad.
Los amantes del deporte y la naturaleza se decantarán por la Ruta Vía de la Plata. El camino que sigue encarnó una de las principales vías de comunicación de los romanos. Se trata de más de 800 kilómetros de recorrido a lo largo de 4 regiones y 7 provincias: Sevilla, Badajoz, Cáceres, Salamanca, Zamora, León y Asturias. La historia que encontrarás en el trayecto se tornará de manera diferente dependiendo del lugar desde el que lo emprendas.
En esta opción destaca la diversidad. En primer lugar, en cuanto a sus paisajes, una manera de profundizar en la cara más rural de España. Te irás topando con la Vega del Guadalquivir, sierra Morena o las dehesas Guadiana y Tajo, además de incluir cuatro Reservas de la Biosfera y dos Parques Naturales.
Los transportes más populares para recorrerla han sido la moto y la bicicleta, pero el senderismo es otra de las mejores opciones. Entre el legado árabe de Andalucía, el barroco sevillano, el gótico zamorano o el romano extremeño, la Ruta Vía de la Plata también tiene lugar para el medio acuático, campos de golf y hasta estaciones de esquí. Un viaje completo que se perfecciona con las paradas gastronómicas.
Quizás sea una de las más extensas, con 2.000 kilómetros de carreteras y 1.400 kilómetros de senderos. Es por ello que, para facilitarnos la escapada, se encuentra dividida en 11 rutas temáticas y estas, a su vez, en cuatro modalidades a elegir: a pie, en bicicleta a través de los caminos, en bicicleta siguiendo las carreteras secundarias, y en coche o moto.
Recorrer el Camino del Cid es meterse en el papel de un auténtico caballero medieval, de castillo en castillo hasta llegar hasta los más de 200 que posee. A través de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y la Comunidad Valenciana, los viajeros podrán tachar de su lista ocho Patrimonios de la Humanidad. Quizás nos falten el caballo y la armadura, pero la actitud es lo que cuenta.
De los pasos de Rodrigo nos vamos tras las huellas de Carlos V. Historia y gastronomía son los puntos fuertes de una ruta que se articula en forma de capítulos que simulan los viajes del emperador. La llegada del Príncipe Carlos, la Coronación como Emperador, la Ruta de los Monasterios, la Ruta de Carlos V e Isabel de Portugal y El Último Viaje. Todos ello, atravesando lugares como Toledo, Guadalupe, Granada o el Monasterio de Yuste hasta llegar a más de 50 ciudades y lugares históricos.
A esos destinos que se encargan de repasar la biografía de Carlos V, se unen enclaves naturales como el Valle del Jerte o la Peñaranda de Bracamonte. Pero quizás uno de los puntos más fuertes de esta ruta sea su poder gastronómico. Con la colaboración de diferentes chefs, se ha recreado el recetario del emperador del siglo XVI adaptado a los gustos actuales. Los amantes de la cocina se darán un festín con los pescados al horno de la costa cantábrica o los guisos y carnes de Castilla y León, entre otros.
Y por último, las rutas nos desplazan directamente a Andalucía. Para aquellos que prefieran conocer los destinos a golpe de tradición, Caminos de Pasión es un itinerario que mira de cerca las costumbres y el modo de vida, concretamente, de la Semana Santa. Desde Utrera hasta Alcalá la Real, el viajero hace parada en cada uno de los pueblos del interior de la comunidad, haciendo hincapié en sus hábitos y gastronomía.
Tanto naturaleza en estado puro, como una buena dosis de patrimonio, Caminos de Pasión se centra en la vida local, en la artesanía y en el estilo de vida, a la vez que recorre lugares como el Castillo de los Condes de Cabra, Las once Torres de Écija o la Fortaleza de la Mota en Alcalá la Real. Las iglesias y conventos de cada una de las localidades conforman también uno de los mayores atractivos de la ruta.
Tratándose de Andalucía, lógicamente hay que dejar hueco para dos de sus productos estrella: el aceite y el vino. Para los viajeros con paladar, la ruta incluye visitas a explotaciones agrícolas, catas y diversas actividades que giran en torno a la gastronomía, en la que también hay hueco incluso para la repostería.