‘Sujeto: Objeto:
Oración’
sujeto pensó que por tener un verbo
con múltiples
objetos regía una oración.
¿Acaso la gramática
no le legó estos sustantivos
de los que tomó
posesión en justa herencia?
Sus objetos son
‘vino’, ‘mujeres’ y ‘riqueza’
y una oración
subordinada: ‘todo lo que la vida puede dar’.
Se aficionó tanto a
poseer lo dicho que, finalmente,
se encontró a sí
mismo convertido en ser subjetivado.
‘Sujeto’, advertía
el diccionario, significa ‘alguien regido por
una persona o
cosa’. ¿No era, pues, esclavo del ‘tener’?
Para lograr
independencia debía transformarse en ‘objetivo’
lo cual significaba
liberación del verbo ‘haber’.
Buscando autonomía
estudió el contexto
que rodeaba a su
oración, para observarla en perspectiva:
la parafraseó, realizó
un análisis crítico,
volvió a leerla y
se sintió más ‘objetivo’.
Después, con
sobresalto, se dio cuenta de que la frase
como
‘sujeto-objeto’ es doblemente traicionera.
Una frase queda
condenada a permanecer como fue expuesta
-como una
‘sentencia de vida’, como una ‘sentencia de
muerte’, por
ejemplo.
Stephen Spender (1909 – 1995) |