¿Puedes relacionar una o varias de estas ideas con alguna novela en español que hayas leído? ¿Nos lo comentas?
- Hay una grata convivencia de autores de
diferentes generaciones, lugares y estilos: desde quienes pusieron el nombre de
la novela en español en boca de todo el mundo el siglo pasado, y los que se
sumaron desde los años noventa, hasta los nuevos, de todas las edades. - La hibridación de géneros y
estructuras. La norma es que no hay reglas. Es la riqueza de lo heterogéneo. - Los mundos totalizadores que explicaban
grandes problemas o temas han sido reemplazados por micromundos más personales
que contienen el universo. - Latinoamericanos y españoles se han
quitado la obligación o el peso de escribir necesariamente de sus respectivos
países o ciertas temáticas. Escriben de todo y sobre cualquier lugar. - Los temas en auge tienen que ver, sobre
todo, con la literatura del Yo; líneas y enfoques ensayísticos que se han
desplazado hacia la novela; miradas sobre la historia y la política más
contemporáneas; la novela negra o asomos de ella al prestarse más para contar
las incertidumbres del presente; lo urbano y cosmopolita pero también lo
neo-rural. - Hay países, o regiones, en las que
destacan temáticas concretas, por ejemplo la narcoviolencia en México, la
Guerra Civil o la crisis económica y social en España (lo que ya vivió
Argentina a comienzos del siglo); o revisión de historias nacionales, el caso
de Colombia con la guerrilla y el narcotráfico, o Argentina y Chile con sus
respectivas dictaduras. - Una clara toma de conciencia y
compromiso social, ideológico y cultural que desafía la verdad oficial de
gobiernos o partes interesadas. - En cuanto a estructuras o arquitecturas
novelísticas predomina lo tradicional o clásico, y aunque se aprecian riesgos y
apuestas experimentales notables, se echan de menos más exploraciones
literarias. - El balance sobre el estado de la novela
no está claro. Se divide entre los que lo consideran positivo y quienes
recalcan la falta general de ambición de los autores e incluso de la poca disposición
de los lectores a acercarse a novelas que se salgan de los senderos seguros y
claros que algunos novelistas intentan abrir.